Comentario, William James: La voluntad de creer.

William James

Nacido en Nueva York, (1842-1910) Psicólogo y filósofo norteamericano. Hermano mayor del novelista Henry James e hijo de otro Henry, notable filósofo seguidor de Swedenborg, es el pensador norteamericano moderno más apreciado y admirado.

A lo largo de toda su vida se sintió preocupado por el problema de la conciliación de la tendencia interior a la fe con el pensamiento científico que parecía minarla; ello constituyó uno de los principales móviles de su obra.

El resultado inmediato de este clásico dilema del siglo XIX, unido en tal caso a un drama psicológico personal, fue, a su regreso a América en 1868, un período de torturadas vacilaciones, aguda melancolía y grave crisis nerviosa que le llevó al borde de la locura y dio lugar más tarde a un casi místico "juicio" cuya formulación filosófica, expresada con crudeza, es la siguiente: aun cuando la mente, según afirma Darwin, sea en verdad un producto de la evolución biológica, un instrumento elaborado para que el organismo humano pueda afrontar el medio ambiente, la voluntad del hombre permanece, a pesar de ello, "libre" bajo cualquier aspecto; la fe, siquiera privada de su contenido teológico, mantiene, sea como fuere, sus propios derechos de íntima función al mismo tiempo inextirpable e indispensable para el mantenimiento de la existencia; la vida merece, por sí misma, ser vivida.

Tesis y resumen del texto "La voluntad de creer". De William James.
Punto I.


William James hace referencia en su introducción a la variabilidad de opciones que tienen las personas de tener fe, o abstenerse a creer.

James nos muestra sus ideas exponiendo que todo el mundo tiene fe en algo, aunque nuestro intelecto lógino no esté forzado a ello, ya sea creyendo en alguna religión en concreto (catolicismo, islam, budismo...) como sea el agnosticismo o ateismo.

En el primer punto nos descubre los distintos tipos de creencias e hipótesis que se pueden generar a partir de una idea o proposición.

Las hipótesis pueden ser vivas o muertas, dependiendo de la posibilidad real para la persona a quien es propuesta.
Las opciones tienen diferentes sentidos y finales, ya que pueden ser forzosas o evitables, transversales o triviales, o de igual manera que las hipótesis vivas o muertas.

Las opciones se pueden evitar, si no se tiene una inclinación ideológica hacia ninguna de las proposiciones, por otro lado, si no se evitan y se toma una determinada opcion, pueden repercutir en sus posteriores acciones en la vida, o pueden serles indiferentes.

Opinión personal sobre el tema tratado en el primer punto e introducción de James.


Para mí, la voluntad de creer no se basa simplemente en nuestro subconsciente, sino, que también se verá repercutido por nuestras influencias más cercanas, ya sea lugar de procedencia, religiones cercanas, relaciones de amistad con otras personas con ideales distintos a nosotros, y por supuesto, la propia educación que hayan ejercido sobre nosotros padres y profesores a lo largo de nuestra vida.

Con respecto a las hipótesis y a las opciones, en algunos términos a los que James se refiere, a las indiferencias con algunas proposiciones, no estoy de acuerdo, devido a que si somos indiferentes a algunas opciones o proposiciones, núnca podremos llegar a saber, como habría repercutido dicha decisión en nuestra vida, si hubiera mejorado, empeorado o simplemente, pasado de largo; por ello creo que antes de decantarnos por una opción a elegir, es aconsejable determinar y analizar los posibles efectos que esa u otra opción pudiera causar en nosotros.










Andrea Alonso Fernández.

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